Hoy quería recordar a Mark Cousins quien falleció el sábado pasado.
Profesor durante más de 40 años en la Architectural Association School of Architecture de Londres, y a quien pudiéramos disfrutar en 1999 y 2015, ha influido mucho en nuestro pensamiento sobre la historia de la arquitectura, cuya forma de entenderla como el pasado disponible de una disciplina puede naturalmente verse reflejada en algunos pasajes de la propuesta pedagógica de nuestro taller.
Mark Cousins cuestionó siempre el modo tradicional de tratar los cursos de historia como cursos de servicio, sin ninguna relación con las preocupaciones de lo que se trata cuando se diseña, entendiendo que los problemas de los historiadores no son los mismos que los de los estudiantes que están aprendiendo a proyectar. No veía relación entre las preguntas que se hacen los historiadores y las que se hacen los proyectistas.
En sus cursos de grado se discutían (a través de las obras del pasado) los problemas proyectuales y arquitectónicos de cada estudiante, de manera de entusiasmarlos con el pasado.
Para Cousins la palabra historia no podía desprenderse de la función narrativa, por lo que él prefería hablar de la palabra pasado, la cual lo introducía en el campo de los temas o problemas. Del mismo modo, prefería hablar de argumentos antes que de teorías, o de psicoanálisis antes que de biografías, cosas que nos han escuchado repetir varias veces.
Le interesaba mucho estudiar cómo los arquitectos usaban el pasado, la memoria de la arquitectura, en cada caso particular. Por ejemplo, ver cómo lo que vió Le Corbusier en la Acrópolis promovió nuevos proyectos de arquitectura. Y además, estaba interesado en indagar en esas preguntas relacionales que tiene la arquitectura actual para con la del pasado.
Una gran enseñanza la de Cousins para poder superar el academicismo historicista de la mayoría de las escuelas de arquitectura.
pemsz sept 2020